Soñarme solo, en ciego, callado; miedo. Despertar.
Extrañar cada segundo de este sol; ver como llega todo a su final. Siempre?
Camino, siento, y aspiro el sin sentido que a veces rodean las cosas.
Tener miedo, casi de todo, ya lo sé.
Y no puedo llorar, no puedo matar lo más triste: mi despertar.
El sudor... que a veces con tanta ironía desliza sobre mi cuerpo;
soy ese pedazo de madera que flota por el mar. Pequeña cosa que fluye y no sabe a donde escapar. Sí, ahogado.
Qué triste será tu muerte; triste es verte partir, cada sol.
Nuevamente solo. Y de qué vale reír, de qué vale llorar.
Entiendo, sólo nos contenemos. No podemos hacer más. No puedo.
Y siempre cuando caiga el sol, cuando gane la noche y ya no estés aquí, cuando de nuevo me encuentre sólo, en ciego, callado y con miedo... aguardaré cada instante tu llegada
esperaré mi sol escondido en u rincón hasta vernos morir
cae el sol sobre mi espalda
y una luz, pena en un rincón, atrapada;
jamás habrán pájaros tan bellos
como los que quiebran al silencio, sollozando descubiertos
Coro : Muéstrame tus manos, quiero despertar
Dime si hay pajaros, que no quieran volar
corre por tus alas, liberame una señal
muéstrame tus manos, mis ojos quieren ver el sol
Cuando triste se te hace todo, cuando no puedes resistir, es cuando corres como “esa bestia”, cuando aprendes a no reír, y lentamente, el sudor desliza sobre tu cuerpo.
Ya sabes cuanto siento, ya sabes. Corres ahora como yo.
Espera el sol, espera en tu rincón, aguarda mi llegada... hasta que muera.