Solíamos dormir largos días
Solíamos hablar del sol cual insignificante espejo que asomaba de su rincón...
solíamos atravesar las madrugadas, realmente ciegos
–golpear no es suficiente, derribar las puertas, tampoco lo fue...–
Solíamos andar juntos y acaso un tanto sordos; vivir el día como vivir sin saber que es morir.
Pero y ahora: ¿cómo vemos el vuelo de los pájaros, sin dejar de preguntarnos por su destino?
¿cómo vemos el golpe más atroz de aquel garrote que hunde aquellos bellos ojos sobre sus escamas?
¿cómo verte llorar una vez más ? –y no me dejes, no lo hagan Ahora.
Vivir, no sé... sólo se trata de...
¿Alguna vez convenimos en encontrarnos; atraparnos/rociarnos con lo espeso?
Acostumbrado a retirarme de la noche,
hoy me deslizo sobre ella y los abrazo/digo te quiero.
no hay palabras ; sólo miradas y destellos...
(solíamos dormir...)
Mientras tanto nos invadimos las noches/las tardes infinitas/
rociándonos con la espesa sangre que brota de unos brazos
de madera/
cuerpos de raíces extrañamente inquietas/
palabras que jamás sabremos hacia dónde vuelan/
cuál es su lugar; sólo vuelan quién sabe dónde.